Dedicatoria de 2012

2012 de momentos vividos durante doce meses. Malos, buenos... en fin, momentos.

Momento de agradecer en esta dedicatoria a los amigos que nos han apoyado de distinta manera. A los que no siendo tan amigos nos demostraron que debemos serlo más cada día. Reglón especial y aparte que lo merecen a Ana, mi abuela, mi abuelo, aunque ya no este aquí y alguien que durante cuatro años siempre me ha apoyado, Naru y que se convirtieron en, son y serán el motor que me impulsa.

Sembradores de esperanza y cariño. Actores en una obra donde la felicidad es el final feliz que todos esperamos. Ya otras personitas que igualmente han marcado algo en mi vida me ayudaron cuando lo necesitaba, aun siendo un tostón compartir momentos "épicos", como me gusta decir ami.

En fin. Gracias por pertenecer a mi 2012.

La Navidad

Llegó la navidad en todo su esplendor. Fecha de dar y recibir (aunque algunos ni dan ni reciben).

Hasta que uno no siente la verdadera alegría de Navidad, no existe. Todo lo demás es pura apariencia para sacar beneficios: gastar a lo loco -aunque se debe admitir que queda bonito-. En fin, muchos adornos.

Porque no son los adornos. No es la nieve. No es el árbol, ni nada de esas cosas, ni los regalos. La Navidad es el calor que vuelve al corazón de las personas, la generosidad de compartirla  y de estar con esas personas que tanto quieres, juntarse una vez al año y estar todos juntos y arreglar los problemas de familia.

La Esperanza

La esperanza, de primeras, no es aunque muchos lo hagan o quizás tú pienses,  fingir que no existen los problemas, sino la confianza de saber que no duraran toda la vida, que no son eterno , que las cosas se arreglaran, las dificultades se superan y algo mejor vendrá.

Es una fuente de fortaleza, determinación y renovación en nuestro interior, que nos resguarda desde la oscuridad hacia la luz. Cuando el amor de tu vida no te quiere, cuando algo que esperas nunca llega, cuando no consigues el trabajo o algo que deseas,...

NO es que no te lo mereces, ni que no eres importante, sino lo contrario, es lo mejor que te mereces. Algo mucho mejor. Y quizás ese algo algo mejor lo tienes a la vuelta de la esquina o yo qué se... Con cambiar ciertas actitudes. Así mientras uno siga aferrado y estancado o piense que por no recibir  lo que desea o aspira es un rechazo o signifique mala suerte, sera bastante difícil que eso "lo mejor " llegue a ti, ya que hay que poner un poquito de tu parte.

Simplemente hay que pensar que es una tremenda oportunidad  que abrirá nuevas y mejores puertas. Algo más bueno de lo que esperabas.

La vida está hecha de millones de momentos. Vivimos de mil maneras diferentes.

Cada uno busca algo en concreto, otros sobrevivimos día a día, pero no hay momentos más plenos que aquellos en los cuales descubrimos que la vida, tanto con sus alegrías y sus penas, debe ser vivida día tras día. Ya vivamos en una mansión, rodeados de lujos y riqueza, o luchemos mes a mes por pagar el alquiler, tenemos el poder de estar totalmente satisfechos y vivir una vida con verdadero significado.

Día a día lo tenemos, gozando cada momento y regocijándonos con nuestros sueños.

Melancolía (Parte de mi Cuento)

En las mansas aguas de los lagos se reflejaba un rostro. Un rostro, con cierta expresión en la cara de decepción, melancolía. Nostalgia de pretéritos halagados, promesas rotas, de recuerdos, de amor, de lejanía.

Reflejaban esas aguas los ensueños de otro tiempo como en mudos espejos delirantes, las historias  de mis ansias, anhelos y alegrías. ¡El resplandor de sus ojos! ¿Y cuántas veces las aguas dormidas en el que el misterio revelo sus huellas, retrataron nuestras vidas unidas?

Bajo el conjuro de aquella cálida noche estrellada, fluía ya en el aire una atmósfera de tristeza. Desfilan ante mí horas sin ternura. Vacías, como antorchas apagadas, frías. Eternamente desoladas. Sintiendo que las aguas la arrastran hasta lo mas profundo y allí quedará...

Y así...

Y así empieza. A manera de inicio de lo que el disimulo trato de ocultar pero no atar ni frenar. Ocurrió tan de repente... Hubo demasiada impaciencia y se desató donde menos imaginé.

Vino ese efecto oculto a mi lado. Me arrepiento, pues al mismo momento descubro un sentimiento, que leve será que si su amor me conmueve, y tal ni se multiplica ni se detiene.

Alicaída

Pobre gaviota herida, con el ala rota, alicaída, mientras mira el azul cielo viendo las demás gaviotas volar. Ella, abatida, piensa que no podrá mas: jamas podrá volar, y ahí se quedará, hasta que se curen sus heridas.

Hundida

Cuando pensé que por fin todo saldría bien, que me decía a mi misma: "Soy feliz. Esto durará, lo sé".
Cuando yo me decía eso y más me encariñaba e ilusionaba, llegó la tormenta.
Sí, esa tormenta negra que todos en algún momento temen y de la que yo no me preparé.
Llego, y me hundió y ahora me encuentro yo aquí sola en lo mas profundo... Hundida.