domingo, 14 de julio de 2013

Corro con desespero

Corro donde cada tarde acostumbrada, corro acostumbrada a verte, abrazarte, clavar pupila a pupila, pero no estas ahí.
Con un sobresalto desesperado salto de la cama, subo las escaleras y lanzo miradas esperanzadas sobre el balcón, pero ya no están ni tan siquiera tus cosas, mirando hacia el suelo trato de recordar, tan pronto  como el los recuerdos me permitan.
En una carreras extenuante vuelvo, corro donde te conocí, en cuales bancos llenos de momentos,sentada en un borde -como solía hacer-  Luego tras recuperar la respiración de la carrera, una lagrima de frustración e impotencia se escapa.
Dejo de correr, ya no corro con desespero, me paseo por nuestras plazas y esquinas, sentada en un tronco del viejo árbol caído, trato de recordar si soy la autora de esta tragedia, o asumir que mis palabras carecían de tu agrado.

La desesperación de no saber nada me hace volver lentamente, donde tanto te bese, mientras el paisaje se infundía en ti. -Quiero llorar, quiero empezar a desdoblarme y ser de nuevo yo.-

No hay comentarios

Publicar un comentario

© Cuaderno de heroína
Maira Gall