Crujió y se desquebrajo en pedazos. Algunos tan diminutos e imperceptibles... Esas pequeñas diferencias nuestras de siempre que nos mantenían unidos, pese a todo, pero que tampoco logré encontrar. Y después más pedazos. Mucho mas grandes. Quizás las bases, los cimientos de todo; los que soportaban todo, cuya perdida resulto irreparable y posiblemente fue el detonante para que todo se viniera abajo.
Quizás debería parar de buscar esos pedazitos, llevo demasiado tiempo, y si de por sí es complicado encontrarlos, volver a unirlos y formar algo que se parezca a lo original seria imposible: nada puede volverlo a su forma original, aunque lo pegue con el pegamento mas fuerte... Aunque creo que ahora es lo que menos importa. (Si al menos me hubieses ayudado...)
Lo que verdaderamente importa aquí, es que no has movido ni una sola piedra por hacerlo, que te has ido sin intentarlo. Sin mancharte las manos por el camino fácil y con un recambio de segunda mano del todo a cien, o de esos de los chinos.
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