Encerrada entre cuatro paredes discordantes, de colores vivos que crean una atmósfera de paz o relajación, a tu vista, a la de los suyos, tras las pinturas rosadas todo se consume, verdín se desliza e impregna las paredes. Nace y destruye. Inhalo sus esporas que me van envenenando según transcurre el tiempo. Lentamente.
Mi hogar, mi reconfortable hogar, donde permanecen todos mis recuerdos, horas de ternura como otras tantas frías, como antorchas apagadas. Cuando quiero salir de aquí, solo necesito abrir una puerta, el problema esta en, que salgo de aquí, y no me se amoldar, como un pez fuera del agua. El invisible y mortal veneno brota. Me impregna, hasta el punto de no poder. Mi hogar funesto, mi dulce nicho.
Mode: Ni los clínex lo tapan.
Acres - The Tallest Of Mountains
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios
Publicar un comentario