Sin embargo, permanezco aquí, con los de siempre, en lo de siempre y donde siempre, aquí sentada, junto a mil sueños derramados.
Las temporadas cambian. El frió del invierno viene y va y el tiempo no para,
y yo, sigo envejeciendo poco a poco.
Vomitas sueños rotos y destrozas tu sonrisa, caminas convencida de que todo esta perfecto y perfectamente todo puede acabar en un infierno.
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