Yo no creo en el destino, tampoco, creo, que todo el mundo sepa bien lo que hacer… pero hay momentos, que es tiempo para sentarse y pensar hacia donde estás dispuesto a caminar, cuánto tiempo es el camino a realizar, y sobre todo una vez empezado… no dejar ser, tú, tu principal pega.
Es diferente, verse, notarse, y caminar tan seguro, que apenas me pregunto, si no es automático hacia donde me dirijo. Vivo, lucho y todo esperando una parte que deseo tener conmigo para completar esta etapa de mi vida donde volveré a sentirme vivo.
No me puedo quejar… es más, no me suelo quejar salvo cuando no tengo más remedio. Los obstáculos, los suelo saltar bien. Pero en este tiempo, de tanto escrito atrás, es momento de poco a poco migrar hacia un cambio, que será, lo que me defina como tal, en mi futuro.
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